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Cumplir 50...

Gisela Barbarosch
16 nov 2017
3 Min. de lectura

Se viene el 2018... y no terminé de hacer cosas planificadas para el 2017. 😨 Ya tengo que cambiar la agenda, y no estoy preparada. Se me vienen encima los nuevos proyectos, y todavía tengo otra lista sin tildar de este año. Mi aplicación de notas del celu, tiene varias listas de "tareas a hacer" de los diferentes meses, con pendientes en rojo. Facebook está lleno de links guardados, esos que digo, para leer después, que nunca tuve tiempo de ver. Las listas de series se multiplican mes a mes, y estoy en el capítulo 8 de Outlander, en el 5 de Thirteen reasons why, colgué House of cards, y como si esto fuera poco, cada tanto, para alivianar, mecho con Modern Family y Gossip girl.... sí, confieso!!! Me encanta ver las escenas filmadas en NY!!! Pregunta: en qué momento todos pueden ver y terminar las series!! Denme algún tip, por favor!!!! Y si de trucos para terminar algo se trata, últimamente, lo único que logro concluir es una porción de torta. Contribuyendo de forma gradual a impedir que este verano me pueda poner una malla! Concluir.... qué palabra! Porque en casa se atrincheran bolsas con papeles, cajas con cuadernos y libros del cole de las chicas, y carpetas con recetas que ni siquiera hago!! Todo sin odenar!! El verano pasado me compré el libro de Marie Kondo, con la ilusión de ordenar mi casa. Ojo, eh... arranqué bien.. pero cuando comenzaron las clases, las responsabilidades laborales aumentaron, y los horarios y ocupaciones impostergables se multiplicaron, ya ni siquiera supe a dónde había ido a parar el bendito libro.... Los libros... otro capítulo: tengo varios listados que después olvido si están en papel o en algún celular obsoleto.... con títulos, géneros y autores de toda índole, que me propongo leer cada verano. Obvio que la lista aumenta como la inflación y yo leo al ritmo de la justicia Argentina. Y todavía no hablé de esos grandes proyectos que una se arma al comienzo de cada año: bajar 10 kg, estudiar iluminación de fotografía, perfeccionar mi edición, retomar guitarra y aprender a manejar (este último es un pendiente eterno, que si sigo así, quedará para mi próxima vida) Y entónces? Ansiedad.... Y encima (todo divino, sí, me encanta), pero proliferan encuentros con todos, porque se termina el mundo, y hay que verse antes de las 24.00 del 31. Stop!!!!! Como diría la genia de Mafalda: paren el mundo, me quiero bajar!

Cambiamos de año, no de vida.... Seguimos acá, con lo pendiente y lo nuevo. En mi caso particular, algunos proyectos concreté este 2017, quizás fueron los menos. Pasa que, a veces no se puede realizar todo lo que se quiere, porque lo urgente tapa lo deseable. Pero hace unos años, mi filosofía de vida, intenta ver lo que sí hay, lo que sí está, lo que sí tengo, lo que sí hice. Porque muchas veces nos tiramos abajo y observamos el afuera y creemos que no llegamos a un "estandar de calidad óptimo". Muy bien me vienen estas frases que dicen dos queridísimas amigas: La primera: No comprar paraísos ajenos (face e instagram a la cabeza). La segunda: "las flores parecen crecer siempre más lindas en otro jardín". Y una tercera muy trillada: no todo lo que reluce es oro. Mi 2017 tuvo algo de oro y algo de plata. Pero bastante cobre, mucho hierro y muchísimo titanio. Pero no hay que olvidarse, que todos los metales tienen su brillo propio. Y reitero, yo me quedo con lo que sí hay, lo que sí hice, lo que sí tengo: ese brillo del hoy, y el de mis pilares fundamentales: mis seres queridos, mis amigas y amigos que son tan pero tan importantes en mi vida, y mi familia amada! Temas pendientes, me quedan montones. Proyectos, también. Problemas sin resolver, ni les cuento... pero el 31 no se termina nada. Siempre se sigue....en un continuo, aunque hagamos cierres y evaluaciones y aunque sigamos haciendo listas y más listas... Como ésta, que arranco yo con mis primeros deseos para el 2018: Salud, afectos y armonía.... Síganla, con lo que quieran y brinden el 31 con la bebida que más les guste. Las copas... siempre brillan. 🥂🥂🥂🥂🥂🥂🥂